Actualmente, con los avances de la tecnología la fabricación de muebles ha visto ampliado su espacio tradicional, la madera, extendiéndose a otros materiales como el vidrio o el metal. Pero dado que la madera tiene una presencia indiscutible por su versatilidad en cualquier hogar, nos centraremos en los muebles juveniles de madera.
Para ello, en primer lugar, antes de la elección de los muebles juveniles es preciso seleccionar el material, en nuestro caso la madera y en este mercado se utilizan tres materiales básicos para la fabricación de muebles que son la madera maciza, el chapado en madera y el chapado en melamina.
El tipo de madera de lo muebles juveniles
La maciza es la mejor opción para los muebles juveniles o del cualquier tipo por su duración, sin embargo, según el tipo suele ser la opción más cara. De todas, la madera de pino suele ser la mejor elección por su relación calidad-precio y por su mantenimiento.
El chapado en madera es una chapa de cualquier tipo de madera sobre aglomerado. Suele ser más barato que el macizo y el mismo mantenimiento.
En cuanto al chapado en melamina es lo más barato en muebles juveniles. Lógicamente tiene menor duración y calidad. Este material es más económico porque su fabricación es muy simple, un recubrimiento sintético pegado con cola al material interior del aglomerado. Con todo, hay que prestar atención a la calidad de su elaboración, sea cual sea el tipo elegido, fijándonos en el grosor y las terminaciones de los cantos.
El aspecto decorativo
Respecto al aspecto decorativo los muebles juveniles crean un ambiente por sí solos alegre y confortable que imprime carácter a las habitaciones a las que van destinados y a toda la casa en general, de ahí que habitualmente sean muy diferentes de los del adulto.
Generalmente sus principales características son la utilidad y el colorido. Los muebles juveniles son multiusos, obviando casi siempre la estética, de modo que sirven a la vez para estudiar, trabajar y jugar. Lo que obliga a tener muy cuenta el espacio donde irán colocados, si es el dormitorio las camas suelen ser camas-nido o literas, con canapé y cajones abatibles. Los módulos suelen estar llenos de compartimentos que se acoplan en bloques organizados y con mucho espacio libre. Las composiciones en puente son habituales con armarios y estanterías en torno al escritorio o si son literas la cama se pone elevada y la mesa y la silla debajo.
Por regla general los muebles juveniles son casi obligatoriamente de cualquier color, excluyendo el negro, fuertes, pasteles y diferentes en cada pared. Se recomienda, eso sí, no saturar la habitación y alternar con tonos claros, por su luminosidad.
Por último, en el mercado de muebles juveniles, los materiales predominantes son las maderas de color suave, naturales, como el pino o el cerezo, también en colores fuertes, y últimamente, hasta lacados para puertas de armarios, con formas geométricas y no abigarradas, aunque las opciones son casi infinitas, como por ejemplo decorar con vinilos en paredes, muebles o espejos que se cambian con facilidad.