A la hora de armar la habitación para un niño hoy en día, las posibilidades que se nos presentan son infinitas. Una de las más novedosas y que empieza a ser un “boom” entre todos los padres primerizos es colocar una cuna convertible. A priori una solución genial, pero como bien sabemos, no todo es siempre tan perfecto. Hoy analizaremos diversos tipos de cuna convertible, hablaremos de sus pros y contras, quizás así te ayudemos a decidir si la solución ideal para la habitación de tu próximo hijo es colocar una cuna convertible o no.
Tipos:
Para empezar hablaremos de los diferentes tipos que existen, principalmente son tres tipos de cuna convertible, la cuna convertible en cama, la cuna cama y la cuna que crece, aunque también se podría hablar de un cuarto tipo con la cuna con lateral abatible.
Cuna convertible en cama: el más habitual, basicamente consiste en un gran bloque, compuesto por varios elementos integrados como cajoneras, estanterías, un cambiador o incluso una cama nido. A medida que el niño crece, los bloques se pueden sustituir o separar para conformar muebles dentro de la habitación y permitir hacer la cama más grande.
Cuna cama: Una variable de la versión anterior, pero mucho más sencilla. No tiene cajoneras ni estanterías, se trata de una simple cuna convertible en cama de la manera más facil posible.
Cuna que crece: quizás es una posibilidad más cómoda que la anterior. La cuna convertible crece a medida que lo hace el niño hasta llegar a convertirse en una cama. A diferencia del modelo anterior, aquí la estructura del mueble no cambia, sino que crece, incorporando o cambiando alguna pieza de sitio de manera que permita hacer la cuna más grande progresivamente.
Cunas con lateral abatible: en realidad no conforma un tipo por sí mismo, más bien es una característica que pueden tener alguna de las anteriores y que facilita enormemente el trabajo de las mamás. Permite amamantar a su hijo sin necesidad de levantarse, coger y dejar al niño en la cuna o tener contacto con él de una manera mucho más sencilla.
Ventajas:
Entre las principales ventajas a la hora de utilizar una cama convertible lo más destacado es su versatilidad y el aprovechamiento del mueble en sí durante un tiempo prolongado. Está claro que la llegada de un niño a una casa acarrea consigo una innumerable cantidad de gastos, y este sólo es uno más. Con una cuna convertible evitamos tener que comprar diferentes camas según vaya creciendo el niño, con lo que una pequeña inversión al principio puede suponer un gran ahorro.
Desventajas:
El principal incoveniente de una cuna convertible es su precio, por lo general son muebles bastante caros. Una buena opción de abaratar su precio es comprar los complementos por separado, algo que además te permitirá una mayor adaptabilidad a la habitación que tengas disponible para tu cuna convertible.
El segundo gran inconveniente suele ser su tamaño, ya que esa versatilidad que le permite convertirse en cuna convertible tiene como consecuencia un aumento de tamaño respecto de las cunas tradicionales. Aparte de la dificultad que conlleva la búsqueda de ropa de cuna, el gran problema que se deriva de todo esto es el dificil transporte de las cunas, evitando la posibilidad de colocarla en la habitación de los padres durante los primeros meses, y provocando a su vez un aumento del gasto al ser necesaria una cuna transportable para esos primeros meses en los que el bebe no puede dormir sólo.