Cuando se habla de la tecnología, y especialmente cuando se habla de la tecnología asociada al ámbito de los ordenadores, componentes y demás periféricos relacionados con estos, se tiene la imagen de elementos futuristas, con unas grandes prestaciones y muchas cosas más, pero pocas veces viene a la mente la imagen de elementos rústicos, de carácter artesano y de aspecto muy personal.
Partiendo de dicha premisa cabe preguntarse si es posible aunar la más avanzada tecnología en el ámbito de la computación en general y en el ámbito digital en particular con una vertiente más personal y personalizada de la misma, así como más rústica y menos fría a la que se nos tiene acostumbrados.
La respuesta a la cuestión anterior es un sí, un rotundo sí cabe decir. La tecnología no tiene que ser fría y distante por naturaleza, el aspecto de los elementos no tiene por qué ser indefectiblemente impersonales y deshumanizados, sino más bien todo lo contrario.
Cada vez más se crean productos de todo tipo de elementos, materiales y diseños para que sean más al gusto particular y único de cada usuario, para que cada vez sean menos estandarizados y sean más adaptados a las necesidades, usos y gustos de quien va a adquirirlos y poseerlos.
Entonces, siendo así y entendiendo que la madera es un elemento de decoración de primer nivel, pero también un producto muy funcional y que sirve para una gran variedad de usos es interesante reflejar la madera como un elemento que puede ser perfectamente útil para los productos tecnológicos.
Y es que del mismo modo que ya hace algunos años que la tecnología puede ir, y va, mucho más allá de los productos de plástico de color negro y la misma se ha empezado a adentrar en colores cada vez más sorprendentes y en materiales como el metal o el vidrio, también es lógico pensar que se pueden encontrar sin ningún tipo de problema elementos informáticos fabricados en madera.
Un buen ejemplo de ello lo encontramos en las memorias externas que se conectan a puertos USB. Estas memorias externas ya han dejado de ser meros elementos fríos con una conexión de metal, un color insípido y con unas características de mala calidad. Actualmente se pueden encontrar estas memorias externas en formato de gran calidad, y en todo tipo de materiales. Materiales entre los cuales se encuentra, por supuesto, la madera.