Existe un gran interés en los artículos de madera, un interés normal dado el potencial y los buenos atributos de estos productos. Siendo así, resulta obvio y evidente que hablar de curiosidades con aquello relacionado con la madera puede resultar de interés para muchas personas, incluso para muchas personas puede resultar de interés práctico conocer algunos de los detalles que puedan exponerse, por ello hoy en este artículo se va a hablar del modo de reconocer a la madera.
Cuando se habla de madera no se está hablando de una única madera, existen distintos tipos de madera y cada uno de ellos tiene un tipo de prestaciones y puede resultar de mayor o menor calidad, hoy vamos a aprender a identificar a las maderas y a la calidad de los productos de estas maderas.
Una buena forma de conocer la calidad de la madera es observar la zona donde se encuentra el extremo de la pieza comprada. Si en la parte del extremo no aparecen vetas de la madera y señales en forma de anillo muy probablemente nos encontremos ante un artículo contrachapado, ello no permitirá -en este punto- identificar a la madera simple vista.
Otro truco interesante que conocer sobre las maderas es que podemos saber si la pieza que nos venden ha sido sometida a un proceso de desgastado o bien si la misma la han teñido. Cuando una pieza de madera acumula con el paso del tiempo en su seno las señales inequívocas del paso del tiempo (esto se nota fácilmente pues la madera tiende a adquirir tonos grises o azules) puede que su propietario decida teñirla. En caso de se note la pieza barnizada y con tonos muy dispares en su conjunto puede que la pieza haya resultado teñida.
El lijado de la madera es la forma de conocer con certeza el tipo de madera concreto, pues es lo que dejará a la vista el color real y el vetado de la pieza. Por ejemplo, una pieza es fácilmente identificable de roble si la misma tiende a ser de color marrón (aunque también existen de color tirando a rojo o clarito) y tiene un vetado que traviesa la madera.
La madera de cerezo se caracteriza por su tono rojizo y por tener un vetado tirando a oscuro o amarronado, la de nogal tiende hacia tonos de chocolate y la de maple se diferencia por tener un color nítidamente muy claro.