Comprar un mueble de madera es apostar por la calidad, el diseño y sin ningún tipo de lugar a duda es una opción de muy buen gusto, pero una vez ya se dispone del mueble de madera debe conocerse cómo realizar un adecuado mantenimiento de este para maximizar su durabilidad y minimizar su deterioro con el paso del tiempo.
Cualquier producto, de cualquier material que se compre, requiere de un adecuado mantenimiento y, por supuesto, los muebles de madera no son ninguna excepción.
Mantener los muebles de madera en un óptimo estado y hacer así que duren lo máximo posible y que el paso del tiempo se note más lentamente en los mismos no es nada difícil, basta con seguir unas rápidas recomendaciones para lograrlo.
Una de las recomendaciones más básicas y elementales que pueden darse es la de no utilizar productos que contengan amoniaco para la limpieza de los muebles y es que, aunque parezca existir la creencia popular de que el amoniaco es un excelente producto para limpiar muebles, la realidad es que no es así. Cierto es que a corto plazo puede dar resultados, pero a costa de comerse el color y el brillo del mueble de una forma mucho más rápida.
La segunda recomendación básica que puede darse es que -del mismo modo que cualquier otra superficie- la madera para que se conserve bien debe de estar libre de polvo, esto supone que diariamente la misma debería ser limpiada de polvo, para ello bastará con pasar un poco el plumero o -mejor aún- aplicar unas toallitas húmedas que se venden específicamente para este uso, entre otras soluciones.
Encerar la madera es otra de las cosas fundamentales que deben realizarse, un buen encerado rápido cada semana es la mejor solución para el adecuado mantenimiento de la madera. Existen productos muy fáciles de aplicar en cualquier tipo de tienda que venda este tipo de productos.
Las inclemencias meteorológicas no son buenas para la madera, así como tampoco le resultan nada positivos los ambientes excesivamente húmedos o resecos, por todo ello evitar que la madera esté lo máximo posible en contacto con la luz directa del Sol o que no sufra excesivamente del contacto aire acondicionado o calefacciones también es una buena recomendación. Por supuesto los muebles de madera no deben de estar nunca en contacto directo con el agua si desean ser mantenidos correctamente.