Habitaciones para bebés

Uno de los momentos que más ilusión nos hace es verdaderamente el de empezar a planificar la habitación del bebé. El nacimiento de un hijo, es el suceso más importante en la vida de una pareja sin lugar a dudas.

mabaDesde que ocurre nuestra vida se transforma y sufre un cambio radical que nos obliga a plantearnos cuestiones inéditas en las que antes nunca habíamos reparado como por ejemplo, las habitaciones para bebés para tratar de que ese esperado recién llegado, ocupe el lugar que le corresponde.

Se deben tener en cuenta en la planificación de las habitaciones para bebés unas reglas muy sencillas referentes al espacio del que se dispone, su destino y utilidad, composición de aquel, la selección del color de la habitación y el mobiliario para la misma, así como la iluminación de la que estará dotada.

habitaciones para bebésSi procedemos de ese modo, la parte principal son las medidas de las habitaciones para bebés si lo que buscamos es hacer una buena distribución de los muebles que se van a colocar en ella. Por tanto, lo primero es hacer un croquis o plano de la misma, dibujando todos los elementos que la forman, como las puertas y las ventanas. y tratando de encajar todo el mobiliario, tal y como lo hemos ideado, por supuesto, sin dejar de medir tanto las distancias entre muebles como el mismo mueble.

Seguidamente es importante fijar el destino que se va a dar a las habitaciones para bebés, planificando si su destino definitivo es el previsto o se le va a dar algún otro, si van a ser utilizadas por varios niños o si se busca un estilo en concreto, de este modo y contando con los muebles de los que se dispone, se puede completar el mobiliario que se necesitará en el futuro, teniendo presente que hay elementos en estas habitaciones que son imprescindibles como la cuna, el cambiador y el armario, así como alguna estantería o una cómoda butaca para dar el pecho al bebé, con su mesita auxiliar, siempre y cuando exista espacio suficiente.

Además de lo dicho es interesante la inspiración que se obtiene al ver habitaciones para bebés en revistas y en Internet. Existe una variedad inimaginable por lo que resultará difícil decantarse, pero a la vez, resultará muy formativo. Lo mejor es que a partir de la información adquirida, situemos un elemento central alrededor del que gire todo. Con este sencillo procedimiento avanzaremos rápidamente en fijar una idea final.

El siguiente paso en el diseño de habitaciones para bebés sería la elección del color, punto esencial, no es lo mismo un color frío que uno cálido, por eso, hay que poner especial atención en la sensación de tranquilidad y comodidad que deben transmitir las mismas para beneficio de nuestro bebé. Por ello y teniendo muy en cuenta la luminosidad y tamaño de la habitación son preferibles los colores claros y siempre considerando el material, pintura o papel pintado

Respecto al mobiliario de las habitaciones para bebés tenemos un elemento muy funcional como son las cómodas que sirven tanto para guardar ropa como para utilizarlas como superficie para cambiar al bebé, incluso con bañera incorporada, pero sin olvidar donde se colocará, de modo que si el cambiador está sobre la cómoda es importante que la zona esté bien iluminada con la colchoneta bien apoyada en la superficie. Existen bandejas preparadas para colocar encima de modo que, el cambiador queda plenamente encajado en ellas.

Por último, el apartado de la iluminación es un elemento tanto funcional como decorativo que hay que tener muy en cuenta, en efecto, partiendo de la diferencia entre luz natural y artificial, resulta básico que si la habitación no tiene mucha luminosidad natural, los visillos y cortinas deben ser claros y permitir el paso de la luz. Si, por el contrario, es luminosa hay que tratar de aminorar la luz con tejidos menos suaves.

Respecto a la iluminación artificial, teniendo siempre presente los materiales y colores de la habitación se debe combinar la general de la casa con otros puntos de luz como las lámparas de mesa o suelo, siempre fuera del alcance infantil, lo usual es la luminaria de techo para conseguir una iluminación general y difusa desechando los fluorescentes y los halógenos porque su luz no resulta apropiada para las habitaciones para bebés por su efecto frio y poco acogedor.

 

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