Tanto si se trata de el más grande de los muebles, cómo si se trata del más pequeño de los accesorios o de cualquier elemento de decoración los mismos deben adaptarse a nuestro entorno, al espacio que disponemos y en el cual van a ser dispuestos no al revés, y los productos de madera juegan en ello un papel fundamental.
Muchas personas cometen el error de enamorarse de un determinado mueble, de un determinado objeto y querer plantea que toda la decoración del espacio que ese mueble o elemento particular va a ocupar gire en torno al mismo y la realidad es que, como norma general, ello debe de ser al revés.
Obvia y evidentemente puede existir un determinado elemento que nos guste mucho y hacer que esa sea una de las piezas fundamentales del espacio e incluso idear en parte el espacio en base al mismo, hacer que gire el espacio en torno a ello pero eso debe de ser algo muy puntual y excepcional ya que la norma general es justo la contraria, pues es la que realmente potenciará una integración harmónica con todos los elementos y la que permitirá en un futuro ir modificando los elementos del espacio sin que se produzca una disonancia importante si desaparece la pieza de origen. Y ello es así pues la armonía y el equilibrio estarán en el conjunto del espacio y no dependerán de un elemento concreto.
Los muebles de madera en general, los accesorios de madera, los complementos de madera son piezas fundamentales pues sus características principales hacen que ellos sean unos candidatos clave para integrarse en los espacios y no fuerzan a los espacios a integrarse ellos en base a la figura de la pieza en cuestión.
Lo anterior resulta muy importante pues permite una versatilidad enorme, esa capacidad de integrarse en los espacios convierte a los elementos de madera en general en unos productos que tienen la capacidad de quedar bien en cualquier lugar y en casi cualquier tipo de decoración.
Dicha alta capacidad de integración le permite tener a los muebles de madera, a los accesorios de madera y a los complementos de madera en general un alto grado de capilaridad, una capilaridad que les permite ser situados en cualquier en cualquier lado y no desentonar en ningún lugar, y ello es así pues en todos los lados tienen la capacidad para entonar perfectamente con el entorno del cual van a formar parte.